Soy madrileña de nacimiento y corazón, aunque actualmente vivo en Alicante.
Desde muy pequeña conocí el dolor emocional y también tenía claro qué quería ser de mayor. Era la típica amiga del grupo a la que todos pedían consejos. Me hacía muchas preguntas sobre el por qué de determinados comportamientos de las personas, me esforzaba por verlo desde otra perspectiva y comprender, veía similitudes entre personalidades de padres e hijos y reflexionaba mucho sobre mis propias emociones.
El cuarto año de carrera determinó mi especialidad cuando una persona especial para mí fue diagnosticada de leucemia y 7 meses más tarde fallecía. Pero mi vocación se hizo más consciente cuando unos meses después, quien enfermó de cáncer fue mi madre. Trabajar con pacientes con cáncer y sus familiares al final de la vida ha supuesto a nivel personal un salto cualitativo en mi forma de ver el mundo, la vida y la muerte.
Mi objetivo es apoyarte como paciente o familiar en la convivencia con el cáncer, la ansiedad, el miedo y otras emociones que hacen difícil el día a día.